miércoles, noviembre 23

CICATRICES


Durante mucho tiempo pensé que el dolor no tenía forma, ni color, ni espacio. Pero me equivoqué. Me di cuenta de eso cuando me hicieron una pregunta que pensé no sería capaz de responder. ¿En qué parte del cuerpo está la angustia?

Rastree por los rincones y al cabo de unos minutos, logré percatarme de que estaba ahí... en la mitad del pecho y acumulando nudos hacia mi garganta. Claramente la había sentido ahí por meses, pero nunca me había detenido a mirarla.

Esa mañana (y muchas más), sentada en un sillón y cerca de las 8 de la mañana, me hicieron todo tipo de ejercicios para visualizarla bien. La misión era coserla. Después, aceptarla. Jamás, borrarla.

Las heridas cuando sangran es porque todavía tienen algo pendiente que no las deja cicatrizar. Todavía duelen. Cuando son del alma, suelen implicar además una estocada profunda. Fuerte. Inolvidable. Uno agarra aguja e hilo para coserlas al instante. El riesgo de desangrarse es demasiado alto. El problema, es que el de infección es peor.

Pero uno no piensa en eso sino en sobrevivir. Entonces, con la herida cosida a medias y bien adornados por fuera, nos sentimos listos para salir nuevamente a la calle. No nos damos ni cuenta que se nos transparentan hasta los huesos. Menos, de que la careta que tratamos de pintarnos se nos está cayendo a pedazos. El pus está amenazante y urge devolver la mirada para sacarlo de raíz.

El trabajo para limpiar las heridas del corazón no es fácil, pero tampoco imposible. Quizás lo más complejo sea entender que finalmente, pese a lo doloroso del proceso, la herida siempre deja una cicatriz. Y que las cicatrices no se borran.

Sabia naturaleza.

Cada cicatriz acarrea una historia. Cada una te hace sentir tan orgulloso como un sobreviviente de la peor guerra. Una a una van confeccionando el mapa del alma que te sirve de guía cuando una nueva estocada te atravieza el corazón.

Comments:
UAUUU!!!
Que más puedo decir.
Me siento honrado.

Gracias por este regalo!

Julio
 
Te felicito Lily por exponer tan bien las heridas del corazón...el tema está justamente en tratar de no hacer ese mismo daño a los demás....tomar conciencia de cómo podrías llegar a herir en lo más profundo a una persona y de lo que eso realmente puede causar en la otra persona....realmente llegamos a pensar en eso alguna vez? en las magnitudes de ese daño?
Está super claro que uno se puede equivocar....pero por lo menos se rescata la intención de que tratar de ser un poco mas conciente...
 
Estoy contigo hoy y siempre, cuando los casos clinicos se complican, siempre se llama a un equipo multidiciplinario para tratar el tema, esto nos dice que ni los semi-dioces son capaz de afrontar la peores condiciones, vive tus procesos y valora tus logros, creo que hasta aqui lo has hecho estupendo.
 
Amiga, el dolor al corazon y la angustia se sienten en todo el cuerpo, y no estoy hablando en forma metaforica o sentido figurado! te confieso que he recibido palabras que me han golpeado IGUAL que un patada, igual que un puñetazo..IGUAL!!. Piensas que exagero?...lamentablemente no, te lo juro, es indescriptible; luego que me dijieron adios, senti que que algo se rompia dentro mio, y luego... El DOLOR
SD
 
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