domingo, octubre 2

SER O NO SER


Pedro Aznar es una gran fuente de inspiración. Se escucha, pero también se lee. Más aún, se siente. En su "mala señal" prende luces. Prende ideas. Se entrelaza con historias mías y de otros que también hablan de lo que pudo ser y no fue.

Divago un poco en el manejo de los fragmentos. De eso que se hace pensando en lo que "es" pero que finalmente se deshace. En cuántas veces no se hace necesaria una cebolla porque las razones para llorar sobran.

¿Cómo se sabe si lo que fue no pudo ser más? ¿cómo se tiene la certeza de que lo que no pasó era porque no tenía que pasar? Me imagino que las respuestas pueden ser muchas y ninguna a la vez. Depende del momento en que uno se lo pregunte.

El tiempo ayuda a ver el mundo desde otra esquina. En el camino, al cruzar las avenidas, todo va tomando otro sentido y las respuestas aparecen con un poco más de claridad. El corazón no deja de doler, pero al menos logra encontrarle el sentido a eso que por todos lados parecía inexplicable.

Aunque parezca un consuelo de tontos, ese "no era lo que tenía que ser" no deja de esconder cierta sabiduría. Es una de las frases simples que resume la compleja tarea de vivir. Claro. Porque la vida esta hecha de momentos, de fragmentos que nos hacen hacer, sentir, decir y callar. El punto está en tener claro que eso nos pasa a todos... frase que puede parecer un poco obvia, pero que no siempre tenemos en la cabeza cuando estamos sufriendo por amor, en cualquiera de sus dimensiones.

Así como uno puede tener las ganas, las razones o el impulso de amar a alguien (insisto en ver esto bajo todas las acepciones del amor y no sólo en el amor de pareja) ese ser al que decidimos entregar amor puede tener también sus razones para no respondernos como necesitamos. Y eso no tiene porque obligarnos a re-pensar nuestra manera de ser o de respirar.

Claramente que agota el ir por la vida cambiándose de esquina. Pero es parte del juego. Hay quienes están hace mucho tiempo en un rincón, no se mueven, no necesitan hacerlo. Bien por ellos. Pero me he terminado de convencer de que ese no es el certificado de la felicidad. A veces mientras más se te mueve el piso más aprendes a valorar cuando por fin se queda quieto.

Me la juego por pensar que lo que no fue es porque no tenía que ser. Cada vez que pienso en lo que se quedó en el camino - aún cuando tenía un final feliz en mi libro de historias inconclusas - logro tener la capacidad de cruzar la calle y entender por qué se quedaron así. No es una tarea fácil. Implica despojarse del ego (que nos hace elaborar frases como "¿pero como no puede enamorarse de mi?) y del peso de la soledad (que nos hace confundir muchas veces las ganas de estar con alguien a las ganas de estar con un alguien con nombre y apellido).

Pero por sobre todo, creo que la mejor manera de tener la certeza de que lo que no fue es porque no tenía que ser, es cuando eso pasa después de haber dado todo lo que se tenía por dar. Como dice el mismo Pedro Aznar: "sólo Dios sabe nuestros destinos".

Comments:
Es muy cierto lo que veo, pero mas duro es cuando tratas de hacerlo propio, me gusta pensar que ni con todo el esfuezo de la obstinacion, se puede alcanzar lo que nunca fue tuyo, por otro lado lo que que por derecho es propio nadie te lo puede quitar, si aceptamos esto, lo cual no es facil, deveriamos pasarlo de lo mejor hasta que la persona que por derecho universal se presente, pero con lo que lidiamos no es mas que con nosotros mismos, y nuestra capacidad de no bajar la angustia y la anciedad que nos produce esa a veces tan larga, insoportable e insufrible espera.
Juguemos a ser felices un rato; no estariamos mejor parados para cuando la vida nos pase la pelota y nos diga ahora te toca a tì.

No dare mas la lata, solo denle una vuelta.
Mame
 
Muy linda reflexion...aunque creo que es muy ficil llegar a esa conclusion... cuesta, por lo mismo que dices sobre el ego...
No hay mas que decir.

P.D.= Me llegaron mucho tus palabras :)--->:( ...
 
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